Los gatos son el ejemplo típico de la domesticación del hombre: contradicción a asumir el tiempo como suyo, desperdiciador de recuerdos, perseguidor de vuelos con sus manoplas en punta de garras...en casa están algunos...hoy llegó uno más: Fortunata o Fortunato.
Los felinos son obervadores de costumbres: nunca dóciles administradores de las mismas, domestican a quien los alimenta complacen sus cestrales deseos: una noche bajo la lluvia, un día de dormir completo, un ave confiada deborada entre sus fauses, un ronroneo y calma el ansia de su "dueño".
Creo que podría transformarme y vivir con los animales ¡Son tan tranquilos y mesurados!
Me complace observarlos largamente
No se afanan ni se quejan de su suerte
No se despiertan en la noche con el remordimiento
de sus culpas
No me aburren discutiendo sus deberes para con la sociedad ó la política
Ninguno está descontento, a ninguno le enloquece la manía de posseer cosas
Ninguno venera a los otros, ni a su especie,
que cuenta miles de años de existencia
Ninguno es respetable ni desgraciado en toda la ancha tierra.
Walt Whitman.
sábado, 19 de septiembre de 2009
Encuentro fortuito
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